Hotel muy normalito. Empezamos el viaje en el, y a la vuelta de nuestra ruta por Turquía volvimos allí. La verdad que la imagen que nos dio al principio no fue de lo más correcta, nos dieron las llaves de una habitación ocupada, y eso… ya nos generó desconfianza de que con nuestra habitación pudiera pasar lo mismo. Nos cambiaron, y la habitación estaba bien, pasable. Pero no tuvimos la misma suerte la segunda vez que volvimos. Nos pusieron en la última planta y la habitación fue pésima. Los enchufes arrancados y con los cables por fuera, un baño lleno de humedades, que casi era mejor cerrar los ojos mientras te duchabas. Las paredes desconchadas, y con humedades… menos mal que fue solo una noche. Estás andando de Santa Sofía a unos 45 minutos, la torre Galata la tienes al lado, a 5 minutos. Si volviera a Turquía, buscaría un hotel en la zona del Río donde estaba todo lo que hay que ver realmente, y con más calidad seguro… El desayuno de lo más normal, bastante casero, y poca variedad
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