Desde la llegada nos trataron excelentemente, atentos, cordiales y con una sonrisa. Tuvimos la suerte de que por cupo, nos dieran una habitación superior a la que habíamos pagado y nos permitieron hacer check in antes de tiempo. El hotel es de tipo colonial con esos detalles que nos gustan a los que buscamos una estancia en algún hotel no comercial. El desayuno buffet muy rico y variado, los meseros muy atentos, el restaurant Jacarandas ofrece variedad en su menú. En temporada baja ofrece ambiente tranquilo. La piscina no es grande, pero es suficiente y limpia. La playa hermosa de Chahué está a 20 minutos caminando; la playa pequeña del arrocito a 15 minutos en taxi y la bahía de conejos a unos 20 minutos en taxi. La pasamos estupendo y sin dudar, regresaremos para nuestras próximas vacaciones.
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