布蘭達里斯卡薩酒店

El mejor descanso en el camino De Santiago. Una habitación acogedora y diferencial. Dormir en una casa de 501 años es una experiencia única. Recostarte y ver las estrellas a través de la ventana del techo es increíble. Todo en la habitación es un detalle. El desayuno me dio fuerzas para seguir con la etapa.

Aparte de timarnos es mentiroso, Eduardo mandó los taxis a recogernos, únicamente para decirnos en perdono que no nos sabe de comer y cobrar. Cómo podrán leer hay varios comentarios igual al nuestro, que el es un aprovechado. Cada vez que le llamaba a los taxis les decía que nos cobrara de más, los taxistas súper amables y honestos nunca hicieron caso al timador.

Debo decir que es de la comida màs sana y casera, que te pueden ofrecer en hostelería. Tienes menu tarifa plana, y ahi degustas casi casi a reventar, por único precio por cabeza. El comedor es una casa restaurada, que no te va a dejar indiferente. Pongo 4 estrellas, por que la 5 es tener más variedad, aunque sea por etapas

Un sitio imprescindible si pasáis por Arzua. Un pazo con mucho encanto, precioso y con detalles muy cuidados tanto el exterior como el interior. El lugar, las estancias, la comida y sobre todo el trato de Eduardo y su gente de 10. Hicieron que nuestra estancia fuera increíble y repetiremos cada vez que podamos. Gracias Eduardo por tu hospitalidad!!

UNA EXPERIENCIA DESAGRADABLE Es una lástima que un lugar en un entorno tan bonito esté tan mal gestionado: - Dueño muy poco amable. Nos cobró dos veces el desayuno (en la reserva y al irnos) sin darnos ni ticket a pesar de pedirlo. - Habitaciones malolientes (nos dijeron que el olor a humedad es normal porque “la piedra está viva”), de tamaño ridículo (no cabían las maletas), baño muy antiguo con manchas de humedad sin gel de baño (1 sobrecito por persona que te impedía lavarte las manos luego de ducharte), frías (calefacción apagada) y mal insonorizadas (se oye TODO! Desde el vecino roncando hasta el hilo musical de la recepción). - FATAL el desayuno! Muy poca comida, no la reponen una vez que se acaba y apenas pudimos desayunar. El entorno es precioso, pero este alojamiento no reúne las condiciones de ninguno de los otros alojamientos que disfrutamos en el camino.

Excelente atención de Eduardo y el personal del hotel, en operacón desde los años 1500 este hotel rural de 8 habitaciones en una maravilla, principalmente el restaurante, excelente calidad de la cocina, vinos, etc, MUY recomendable.