Este pequeño hotel te ofrece habitaciones sumamente cómodas, con un baño bastante amplio. Instalaciones limpias y con buen mantenimiento. Las áreas verdes son preciosas, con ranchos y hamacas para relaj****. Cuentan con un gimnasio muy bien equipado. La comida es deliciosa, todo lo que probamos estuvo fantástico. El desayuno es para todos los gustos. Por último, pero no menos importante, la atención del personal es excelente, Resalto a Joaquín, un simpático joven argentino que nos atendió durante el fin de semana, su servicio al cliente es un 10. Plus: La playa está a 300 metros . Recomiendo visiten este hotel, realmente vale la pena.
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