Ubicación excelente con auto; se ubica justo fuera de la ZTL, pero se llega caminando al centro histórico (25 min del Duomo, 20 min de Ponte Vecchio), y se encuentra en una zona verde tranquila. Posee garage. Las habitaciones son pequeñas y de estilo antiguo. El hotel posee piscina y solárium a la entrada. En la recepción nos ofrecieron muy buena atención. El desayuno está bien; por la noche, hay opciones de servicio a la habitación sencillas y económicas (pizza, paninis, ensalada), como para una cena liviana liego de un día movido.
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