Escogimos este hotel por su ubicación sin prestar atención a las críticas. El hotel quizás en algún momento fue bonito y confortable, pero ya no. Nuestra habitación era mínima y daba a la calle principal, las ventanas no cerraban bien, por lo que era como si estuvieran abiertas de par en par. No aislaban ni el ruido ni el frío. El baño es muy pequeño, tanto que la puerta le queda grande. El espejo del baño está tan alto que es imposible usarlo. Bueno, si mides más de 1,80 mts., estará bien para ti. Las paredes de la habitación están muy sucias y tienen el papel desconchado. Todo da la impresión de estar muy sucio. La puerta no cerraba muy bien. El encargado se esfuerza mucho por hacer bien su trabajo y es muy amable. Es lo mejor del hotel, aparte de la comida del restaurante, que está muy buena.
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