Muy limpio y tranquilo. Las habitaciones amplias, bien amuebladas y con todo lo necesario. El desayuno excelente: zumo de naranja natural y pamboli de calidad. Nos hemos alojado dos noches un grupo familiar de 24, mayores y niños y Marga, la dueña, ha hecho todo lo posible por que estuviésemos todos a gusto. La localización es ideal, en una finca agrícola pero cerca de algunas de las mejores playas de Mallorca.
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