Lo mejor de este hotel es su ubicación, para el que quiera mezcl**** con los rusos. Está ubicado en un barrio de clase media moscovita, donde no es usual ver turistas y en cambio está a apenas dos paradas de metro de la Plaza Roja. En este barrio hay de todo: supermercados, bancos, centro comercial, tiendas, bares, cafés, restaurantes, etc....El hotel es muy bonito y acogedor, lo que ocurre es que elegí mal la habitación, pues para una estancia de 6 días que tenía prevista, opté por la habitación estándar, y es realmente pequeña aunque muy bonita. Lo único es que no desaguaba bien la ducha, y el agua te llegaba hasta los tobillos al ducharte. Tampoco hay canales internacionales de televisión. Pero lo que relamente no me gustó del hotel es la falta de profesionalidad del personal de conserjería pués realmente para entendernos teníamos que hacer uso del traductor del móvil con inglés, ruso, castellano.A veces tenía la necesidad de preguntar algún consejo sobre mi visita a la ciudad; pero no era posible preguntarles a ellos; pues la comunicación era imposible. Me da la imprensión que es personal sin titulación académica de la rama del Turismo y su extrema juventud: media de unos 20-21 años de edad, no ayuda en situaciones que requieren templanza y experiencia. Aunque el personal era respetuoso y siempre agradable en el trato. Decidí salir un día antes de lo previsto y acomodarme en otro establecimiento.
翻譯