Me encanta este hotel, tercera vez que me alojo acá...limpio, espacioso, cómodo, sin ruidos molestos, seguro y rico para desayunar y comer, sea en el bar o en el restaurante, y a un precio razonable. Todo el personal muy amable y respetuoso...en especial la gran anfitriona: la señora Raquel, siempre pendiente de todos y todo. En el comedor yo deseaba unos panqueques celestinos, pero se hacían los fines de semana, sin embargo, los prepararon para nosotras un jueves, ¡muchas gracias! Además siempre hay algo nuevo, en decoración (ver foto), en la carta, cualquier detalle nuevo. Mi intención es volver con mi familia, hay que hacer un esfuerzo porque vale la pena.
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