Es la segunda vez que nos alojamos en este hotel, habiéndonos hospedado veinte días la primera vez y diez días este año, por lo que lo conocemos bien en todos sus aspectos y lo recomendamos con entusiasmo. La atención de todo el personal es EXCELENTE (una mención especial para Anne y su compañero, cuyo nombre no puedo recordar en este momento). Eficientes, cálidos, siempre con una sonrisa, brindando buena información y tratando de solucionar cualquier contratiempo que se presentara. La ubicación es muy buena. A pasos del Sena y de las principales atracciones que se pueden visitar caminando, aunque hay una estación de metro a 100 metros (Etienne Marcel) y a 200 metros, en el Forum des Halles, la enorme Chatelet des Halles, donde se puede abordar también el RER. Las habitaciones son muy cómodas, decoradas con lindo diseño y están equipadas con muy buena tecnología, lo que brinda un especial confort. El desayuno es completo, variado y de calidad. El desayunador es un lugar simpático y acogedor. Cabe señalar asimismo la enorme cantidad de restaurantes en la zona, de diferentes estilos de cocina y para todos los bolsillos. ¡Regresaremos!
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