Una experiencia perfecta en nuestra primera visita a Rovinj. Mi esposa y yo nos hospedamos aquí entre el 15 y el 18 de junio. Resultó algo confuso al principio, la recepción está en una pequeña oficina sobre una calle, a las habitaciones se accede por otra puerta a la vuelta de la esquina y el desayuno (muy bueno) se sirve en un restaurante unos 30 metros más allá. Nuestra habitación fue sorprendente, muy agradable a pesar de lo pequeña, es que en los callejones de Rovinj la arquitectura y tamaño de los edificios no dan para nada más grande. Baño pequeño y escritorio diminuto, pero, insisto, nada incómodos. El jabón, shampoo y demás productos de baño buenísimos, nos llevamos varios frascos con permiso del Hotel. Silencioso en la noche, en medio de todo, en fin: excelente. Para mencionar algo que podría faltarle: más toma corrientes para conectar todos los artilugios que se llevan encima y un detalle fácil y barato de solucionar: más ganchos para colgar las toallas. Así que Hvala por todo!
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