Experiencia malísima, íbamos para unas vacaciones relajantes en familia y fue estresante, hasta el punto de tener que irnos del hotel y por supuesto no nos devolvieron el dinero. Primero nos vendieron unas habitaciones estándar al precio de una superior. La limpieza muy regular, zapatillas de bienvenida en plástico y sucias...no sé como lo hacen. La ducha con moho, la tapa del wc se movía...en fin. El desayuno en el sótano con un calor insoportable. MÚSICA A TOPE todo el dia en la piscina y que por supuesto se escuchaba en las habitaciones, imposible descansar. Los trabajadores de la recepción muy secos. Te dan una pulsera que no sirve para nada, porque no tienes nada incluido...las bebidas carísimas. No puedes acceder a la piscina infinita que tienen en el roof Terrace....bueno si, pagando y caro. Dejan que acceda toda la gente de fuera que quiera...pagando las hamacas...la cuestión es que el hotel estaba saturado. MUY MUY MALA EXPERIENCIA.
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