se anuncia que hay recepción 24 horas. En realidad no hay recepción, el acceso es mediante un código que te envían por correo. Ningún contacto humano salvo para venir a cobrar el extra del parking. En las instrucciones del check-in dice claramente que alguien te esperará en el alojamiento y eso es lo que esperábamos. No es así. Únicamente te envían unos códigos para entrar en el apartamento. Llamé dos veces al teléfono del alojamiento sin recibir respuesta. Si has reservado parking tendrás que entrar en el apartamento para recoger el mando. Eso quiere decir que como en mi caso antes has de encontrar un aparcamiento público para dejar el coche. Entre unas cosas y otras llegué con el coche a la puerta de la residencia a las 12:30 (tal y como había confirmado previamente) y no estaba instalado hasta las 14:30. NO ES UN APARTHOTEL, no tiene recepción atendida ni ningún servicio propio de un hotel. Ni siquiera es un edificio de uso exclusivo como parece sugerir la foto de la fachada. Al apartamento se accede por una escalera con un fuerte olor a humedad y con una moqueta que ha conocido tiempos mejores. La impresión del apartamento no es mucho mejor. Poco mantenimiento y poca limpieza. Al ir a preparar la cama supletoria (te dejan las sábanas para que te la prepares tu), bajo el sillón-cama individual -en el que se supone que se han de sentar 3 personas- encontramos que nadie había barrido en mucho tiempo. Nuestra hija -ya adulta- prefirió dormir con nosotros en la cama del dormitorio. Una persiana estropeada no subía. La puerta de vidrio del baño no cerraba y estaba visiblemente llena de huellas de las manos de otros huéspedes. En fin, para que seguir...
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