Fui con mi marido a pasar un fin de semana de descanso sin nuestra hija. Habíamos contratado una habitación de lujo y tuvimos que pedir que nos cambien porque era una habitación de esas que tienen una puerta que comparte dos habitaciones (obviamente cerrada) y del otro lado había una familia con una bebé y un nene chiquito y se escuchaban muchos gritos y golpes. Como no había habitaciones de lujo disponibles accedimos a pasarnos a una standard y la verdad estuvo bueno porque la única diferencia era el frigobar y las batas que no habíamos usado. La nueva habitación también tenía la puerta compartida pero por suerte del otro lado había gente grande. Habiendo pasado por los dos tipos de habitación puedo asegurar que son muy ruidosas, se escucha hasta las conversaciones con claridad, cuando aprietan el botón del baño, etc. Un punto a destacar es el desayuno que ofrece variedad y calidad. Además reponen constantemente para que no falte nada. El primer día hizo bastante calor y pudimos aprovechar la pileta descubierta. Apenas nos metimos porque el agua estaba congelada y llamaba la atención la suciedad y bichos que había flotando. Por suerte pudimos agarrar reposeras para tomar sol pero otros huéspedes se quejaban porque llegaban y ya no había más. Es una lástima porque el predio es enorme, hay muchos espacios verdes y quizás se podría ampliar la zona del Solarium para un mayor confort. El día estaba muy caluroso y fuimos al bar con la idea de comprar algo fresco, solamente me ofrecieron un jugo de naranja exprimido que así como lo compré lo tuve que tirar porque tenía feo olor y sabor (calculo que había quedado del desayuno), finalmente agarré unas botellitas de agua del Market (una especie de despensa) a 1200 cada botella de 500 ml. Es una lástima porque la gente tenía sed y no te ofrecían licuados, limonada ni tragos. La primera noche cenamos en el restaurant del hotel "El Peregrino", la comida estuvo rica pero entiendo que los precios son excesivos ya que por esa misma plata al otro día cenamos con vino y carnes de calidad en otro lugar. Se destaca la atención del personal en todos los sectores. Un punto aparte y por el cual no volvería al hotel es el "spa". La pileta climatizada estaba extremadamente sucia, turbia y CON OLOR A PODRIDO. Les juro que no es una exageración, tuvimos que salir a los 5 minutos porque no se soportaba el olor, ni hablar de meter la cabeza abajo del agua, un asco! Alrededor de la pileta había humedad en las paredes y se caía el revoque. La limpieza en general de toda esa zona era lamentable, el sauna húmedo estaba en reparación y el seco apagado, pero nos fuimos rápidamente porque no estábamos a gusto en ese lugar. No entiendo como un hotel de categoría no está atento a estas cuestiones. La conclusión es que siento que pague un dinero excesivo por el servicio ofrecido y el confort otorgado.
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