Estuvimos 5 días durante las fiestas de Vitoria. Nada más llegar, ruido en el hall porque permiten que la fiesta entre en el hotel. Nos dijeron que los fiesteros no estaban alojados y era mentira: gente entrando y saliendo de las habitaciones hasta las cinco de la mañana, trompetas por los pasillos y borrachos tirados en las puertas de las habitaciones.
A nuestro requerimiento de que esa gente se fuera del hotel, nos mintieron diciendo que a las doce de la noche los echaban. Nos dieron otra habitación a la mañana siguiente, pero nos mintieron de nuevo al decir que no habría más jaleo ese día y los siguientes.
En la nueva habitación, al estar más altos, mejor, pero al ser tan nefasta la insonorización del hotel se oía todo.
Por lo demás, habitaciones minúsculas y sin apenas servicios para un cuatro estrellas, con duchas resbaladizas y no muy limpias.
En conclusión, no entiendo cómo un NH permite que el jaleo local prime más que sus clientes. Estamos hablando de una de las principales cadenas hoteleras del mundo, no de la Pensión Rita. Intolerable ruido y desidia con los clientes por 100€ la noche. No sólo no volveré nunca si no que pienso reclamar la noche sin dormir que me pasé por culpa del localismo incomprensible y el desprecio por el cliente. Cero recomendable.
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