Un Parador situado en zona muy tranquila pero cerca de la actividad, en un extremo de la Playa de L'Arenal, algo más retirado del núcleo urbano de Jávea y a 7-8 km del Cabo de la Nao. Disfruté de una habitación en el 4º piso con vista al mar, con lo que disfruté de una bonita salida del Sol justo enfrente. Habitación amplia y acogedora donde no se echaba casi nada de menos, yo una barra en la pared de la ducha para seguridad. Cafetería, terraza y comedor cómodos y con carta que tocaba lo habitual y lo típico. El coche, aunque ofrecen aparcamiento propio, lo pude dejar en una explanada a pocos metros del Parador. El personal amable y atento como habitualmente en esta cadena. Desayuno generoso. En resumen: todo muy bien.
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