Es incomprensible la nota que tiene este hotel... El aire acondicionado se apagaba en mitad de la noche y te morías de calor, en el techo había una humedad que goteaba, la cama demasiado blanda, no tenía enchufe junto a mi cama, la luz de la mesilla no funcionaba, en el baño estaba todo oxidado, encontramos un bote de champú vacío debajo de la cama, las recepcionistas bastante bordes, el desayuno mediocre... Pero lo más surrealista era el diseño de la habitación; el baño estaba separado por un cristal totalmente trasparente, por lo que desde la cama de la habitación veías perfectamente a tu compañero de habitación haciendo sus necesidades. Increíble...
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