阿拉爾孔酒店(Parador de Alarcon)

El lugar es muy bonito, se come bastante bien aunque barato no es, como todos los paradores. Aconsejable tom**** un café en su terraza, aunque he de decir que el servicio no es muy bueno,nos quisimos sentar en la terraza,nos faltaba una silla y no nos dejaron sacar ninguna, un poco antipáticos la verdad.

O povoado é o local onde está instalado o parador são muito bonitinhos. A paisagem é maravilhosa. O parador é pequeno, bonito, mas senti um pouco de falta de cuidado no quarto. A limpeza do quarto não estava tão boa, na gaveta onde tem os cafés estava suja com açúcar aberto. O café é restaurantes muito bonitos e com bom serviço.

El Parador esta bien, pero el desayuno no esta a la altura. Desayuno con una bandeja( recipiente con fruta cortada,una tostadita, dos pastelito,un zumo y una cafe) al precio de 20,5 euros. Te dicen que puedes pedir huevos o tortillas. Ademas procurar no ir domingo y lunes. El domingo apartir de las 12 horas todo lo que se puede visitar esta cerrado.

Conocíamos el Parador de Alarcón, con su estratégica posición geográfica, torre, pueblo, comedor con arcos ojivales donde disfrutar de cenas y desayunos de 10, pero la hab. 106 en lo alto de la Torre, con su techo abovedado y desde la que se sale a sus almenas caminando sobre los orificios a 30 mts de altura e incluso se sube a la terraza como parte de la habitación, no me lo hubiera imaginado ni en mis mejores sueños.

El enclave es fascinantes y la llegada al parador impactante. Desgraciadamente y a pesar de su indudable interés, siempre tomando como referencia la red de paradores, no cumplió en absoluto con nuestras expectativas. Una habitación muy pequeña con un baño sin puerta y tremendamente expuesto a la habitación, desayuno sin bufet sin advertencia previa y cobrado como si lo fuera, tener que bajar a comer y desayunar con el abrigo porque hay que atravesar un patio helado, son una algunas de las razones de la decepción.

El parador es un castillo en el pueblo de Alarcón. Pequeño (creo que son 16 habitaciones), muy bien cuidado, personal súper atento y muy profesional. Las habitaciones amplias, muy limpias, con colchones y almohadas que facilitan un sueño placentero. Las vistas desde las habitaciones son espectaculares. En cuanto a la comida, la experiencia fue muy satisfactoria

Excelente Parador, ubicado un sitio especial tanto por su entorno, por su pueblo, por el edificio en el que está ubicado. Servicio magnífico, instalaciones, muy buenas, considerando la dimensión del Parador, pero camas pequeñas, lo que en mi caso impidió un buen descanso

Siento discrepar de la mayoría de comentarios sobre este Parador pero creo que hay que ser justo con la experiencia personal de cada uno. Y si, este Parador se encuentra ubicado en un emplazamiento espectacular, en una especie de torreón, en la cima de un muy bonito pueblo como es Alarcón. Por ello, tanto en las fotos de cuando haces la reserva como cuando llegas, la impresión es fabulosa. Pero una vez dentro, comienzan los peros. El parador es pequeñísimo, con 12-13 habitaciones, entendible dada la singularidad del emplazamiento. Nosotros escogimos las habitaciones estándar (no había otra opción) y hay que decir que son ridículas. Minúsculas. Una cama doble enana donde difícilmente cabíamos 2 personas. Un aseo, sin puerta ???, tambíen pequeñísimo, Un mando de ducha, que requiere jubilación y en general, una estrechez absoluta. Todo ello, al módico precio de 330 Euros la noche, con media pensión. La cena, correcta. Muy buen servicio, como siempre y un menú bastante completo. Pero lo peor es el desayuno. Ya te avisan que al tener pocas habitaciones, no disponen de desayuno buffet. Con lo que te traen una bandeja con lo imprescindible (para ellos): fruta, yoghourt, un poco de embutido y un zumo sospechoso en botella. Y luego puedes pedir tu plato caliente. Pero claro, si quieres una tostada con mantequilla, hay que pedirla aparte. Una pieza de bollería, aparte, etc, etc... Y claro, había un solo camarero para atender las 5-6 mesas que coincidimos para desayunar. Un caos y muy poco funcional y práctico. Ah, y el café, espantoso, de aquellos típicos de hace 20 años, con una cafetera grande. Ni una simple Nespresso !!! Conclusión: Lugar emblemático, sitio privilegiado pero una experiencia carísima para lo que recibes. Por tanto, sobrevalorado.