El personal de recepción es muy amable. Las habitaciones son grandes pero impersonales y anticuadas, al igual que el hotel, excepto la zona de la piscina. El desayuno es decepcionante, escaso y de mala calidad. Ya el espacio dedicado al desayuno es como el hotel, impersonal y algo antiguo, pero la calidad del desayuno en ínfima. En un lugar de cultivos como Almería, solo hay de fruta cortada melón totalmente insípido y sandía que no estaba mal. Todos los zumos son de bote, incluido el de naranja. La tortilla de patatas es congelada y los huevos revueltos, secos. Tampoco ayuda mucho a mejorar la experiencia el chico que atiende el desayuno que no es nada servicial. Entendí que no hubiera casi nadie desayunando cuando normalmente los desayunos buffet de los hoteles suelen estar llenos. Pedí un tenedor para llevarme a la habitación y me cobraron 75 cts. por unos cubiertos de usar y tirar. Debido a mi trabajo paso bastante tiempo en los hoteles y este de 4 estrellas no está a la altura, ni de lejos, de otros con la misma categoría.
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