En redes sociales se venden como un hotel de lujo, pero nada más que publicidad engañosa. Llegamos al hotel y la puerta de la habitación rota, no cerraba, hasta las 6 de la tarde para repararla. El interior de la habitación está viejo y con materiales low cost. No hay cortina transparente para disfrutar de las vistas con intimidad. O cortina opaca, o te ve todo el mundo que pasa por ahí. Te ponen que tiene aparcamiento gratuito, pero no es cierto, es el aparcamiento público donde en agosto es imposible encontrar ni un hueco entre los del restaurante, los de la playa, los de los apartamentos… al final hay que pagar por el parking privado. Para colmo, nos asignan una plaza y por la noche estaba ocupada… Y los desayunos muy flojos y decepcionantes. En fin, un hotel mal gestionado y muy caro por lo que ofrece. El único punto positivo es su ubicación privilegiada.
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