Hotel con vistas al mar y no muy alejado del centro de Blanes. El hotel dispone de Spa, Restaurante e incluso de espectáculos por la noche. Respecto la habitación, habitación amplia con 2 camas, TV, escritorio, nevera, armario con espejo y al tener la habitación con vistas al mar, balcón para asomarse y ver el mar. El baño fue lo que menos me gustó, ya que lo vi algo pequeño y concentrado para mi gusto. Por ejemplo, la puerta de la mampara fue incomoda para entrar y salir, ya que estaba el vidé y era difícil maniobrar al estar la bañera algo alta. El desayuno fue tipo buffett y la verdad que había de todo. El personal de recepción cordial y correcto. Como punto negativo diría que fue algo ruidoso cuando habían espectaculos al ser fin de semana y dar la habitación en la 1a planta, pero bueno, no fue grave. Concluyendo, un hotel agradable, cerca del pueblo y con buenas vistas, orientado para aquellos que quieran disfrutar del mar y otras atracciones.
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