Vistas y ubicación únicas. Edificio con solera. Habitaciones amplias. Colchones cómodos. Comida y desayuno aceptable. En el desayuno poco espacio para servirte y que la gente pase. El estacionamiento es exterior y aparca cualquiera. Esto es una asignatura pendiente. Ya no es que no tengas sitio siendo huesped, es que hay semejante rotación de gente que aparca con prisas que es difícil no te den algún golpe de puerta. Definitivamente falta personal, son pocos y están para todo. La salida "normal" del hotel es a traves de la cafetería y se sale a la explanada a nivel con la entrada a la cueva de la Virgen y la Basílica. El problema es que cierra a las 19:00 h. y si vas con gente con problemas de movilidad, que no pueda usar escaleras, no queda otra que bajar a la planta de recepcion POR LA CARRRETERA y de noche. Es urgente que pongan una salida, paralela a la cafetería, directa a la citada explanada. Hay otra pequeña cafetería o pub, que abre a las 18:00 horas, atendido por personal de recepción. Resumen: estancia agradable y poblemas fácilmente solucionables y sí, más personal, por favor.
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