Muy buen hotel a las afueras de la ciudad de Cerdanyola, junto al parque empresarial. Dispone de parking exterior particular aunque cualquier viandante puede acceder. La entrada es grande y lujosa aunque como todo el hotel, se ha quedado algo anticuada. Las habitaciones son amplias. A mi me dieron una suite en la tercera planta y estaba muy muy bien. Tenía vestidor, un amplio baño con productos gratuitos de aseo y una zona de dormir con escritorio, mesa circular de cristal y un sofá. De lujito. La cama es grande y cómoda y la ropa, tanto de baño como de cama, está muy bien. La televisión es también muy grande. La única pega son los mosquitos, que a partir de cierta hora son una molestia para dormir. Por lo demás, merece muy mucho la pena
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