阿雷基帕 DM 酒店

Pésima organización. Pésima Ubicación. El restaurante no funcionaba. El check in demoró muchísimo porque no tenían registrada mi reserva. Y durante el check out querían cobrarme la habitación habiendo un convenio corporativo. Ni que decir del desayuno. Ofrecían desayuno buffet y lo que entraron es un desayuno americano

El día que llegamos muy atentos para hacer la reserva e indicarnos nuestras habitaciones, la atención en el proceso de la reunión muy adecuada , un muy buen servicio , la comida deliciosa y sobre todo el postre, espero regresar para utilizar la piscina y otros servicios.

Habitación amplia, acogedora buena vista, excelente ubicación, mantuvieron siempre con un buen aseo habitación con todo lo necesario, limpiezas en tiempos oportunos. De parte de los recepcionistas siempre dispuestos a un buen trato, ayudando con información solicitada, brindan ayuda apoyo para desplazarnos en los taxis. Muy buena atención en el comedor solícitos a apoyarnos a alguna necesidad, agradable los menús y variados.

El hotel está ubicado en una zona residencial, no muy lejos al mirador de Yanahuara así que uno puede ir ni bien despierta para encontrar todo despejado. Otra ventaja de la ubicación es que tiene una vista hermosa de algunos volcanes como el Misti. Además es fácil llegar al hotel con transporte público (paradero "Las bunganvillas"). Las áreas del hotel son amplias y siempre las encontré impecablmente limpias. Particularmente las habitaciones son acogedoras, cuentan con ventanas amplias, buena iluminación, camas cómodas y si lo necesitas hay edredones y almohadas adicionales. La piscina es grande. Se puede utilizar en cualquier momento del día tanto a la luz del sol o por la noche acompañada de las luces de los reflectores. Por último, el personal del hotel es muy amable y atento a los detalles. En mi caso, nos ayudó cuando preguntamos por indicaciones para llegar a algún lugar en transporte público y al momento de irnos ofrecieron pedirnos un taxi para el aeropuerto. Asimismo, al llegar de nuestros tours nos recibían coordialmente. Escuchar un "¿cómo les fue?" junto a una sonrisa ayudaba a sentirse recibido como en casa.