法拉雷山洞酒店(Hotel Resort Cueva del Fraile)

Hotel siuado en un entorno de ensueño. Personal encantador, muy profesional y servicial. Comida buenísima (tanto los entrantes como la carne y verduras a la parrilla, todo lo que probamos estaba espectacular). Habitaciones muy confortables. Fuimos un grupo de animgos pero es un hotel ideal tanto para ir con niños, como en pareja o con amigos. Repetiremos seguro con nuestro hijo

En general bien, pero tengo dos quejas: 1) No se puede comer ni desayunar en el jardín del Hotel ya que hay innumerables avispas y son muy molestas (tampoco el Hotel pone medidas para controlarlas como poner trampas como hacen otros establecimientos con el mismo problema). 2) Fuimos con un perrito, y en el primer desayuno nos hicieron desayunar en el jardín (con las avispas) y en el segundo desayuno había perros (más de dos) desayunando dentro de las instalaciones ¿por que un día no dejan y otros si?

Hablo del restaurante que está ubicado en la piscina ya que fuimos a comer allí directamente. Precios altos, los arroces extremadamente salados y las croquetas de jamón dulces ¿??, Pero las estrellas es más por el servicio que por la comida, 7 u 8 camareros que siempre estaban de charreta en la zona lejos del restaurante y los platos por cambiar, para pedir agua o algo tenías que llamarlos y ponían malas caras, solo cuando pasaban cerca era cuando te atendían "normal", luego casi todos de charretas en la parte alta de una cuesta que hay. Mientras los platos sucios en la mesa y nos comían las avispas , al final nos tocó llamarlos entre plato y plato para que se los llevarán y malas caras. Conclusión, si os gustan las avispas que está lleno, que no os atiendan bien y tener que estar encima de ellos para que te hagan caso y la comida salada o dulce, ninguna en su punto, es vuestro restaurante..., además del precio. No volveré, la suerte que tienen que alrededor no hay otro.

Llegamos a las 13:54. Fuimos a preguntar si estaba la habitación para sacar las maletas y nos dijeron que no eran las 14horas y teníamos que esperar (a las 14 se puede hacer el check in y quedaban 5minutos). Cerramos el coche y volvemos a esperar. Para nuestra sorpresa están haciendo el checkin a otras personas. No comprendo la diferencia entre unos y otros porque las 14 aún no eran… por eso nos tocó esperar. Finalmente lo logramos y después tuvimos que esperar a que nos dijeran si la habitación estaba lista (aunque ponen que a las 14 comienza el check in y son tan estrictos con el tiempo (en nuestro caso) no es seguro que tengas la habitación a esa hora…) Otra pega de recepción es que no te explican absolutamente nada de lo que hay en el hotel, como la zona de juegos para niños (algo descuidada)…solamente te indican que reserves si quieres alguna comida. La habitación bien y la piscina también. Socorrista muy amable. Hay animación para los niños. Comidas: están bien. Comimos y cenamos… cuando pides la bebida te ponen un aperitivo… pues por la noche a nosotros no nos pusieron nada… Desayuno solamente hay buffet y por las opiniones que había no quisimos hacerlo, así que lo tomamos directamente en Cuenca. Experiencia mejorable

El alojamiento muy bien, muy limpio, pero el restaurante, pese a tener buena comida, es un verdadero desastre en el tema de las camareras, sobre todo la chica que coge las comandas (14 de agosto). Muy lenta, si llamas para que te tomen nota te contestan que tenemos que pedir a tal chica. La tal chica tarda un mundo en venir a la mesa, antes lo mismo ya ha ido a otras mesas que llegaron después que nosotros, pero claro, no tiene control. Encima es seca y altiva, no solo conmigo, me fijé en las mesas vecinas. Además, siendo dos personas nosotros, no nos sirven a la vez, de tal manera que si uno empieza a comer, el otro se queda mirando de brazos cruzados y si esperas a que venga el plato del otro, el del primero ya se ha enfriado. Nos sirvieron enseguida las bebidas, eso si. Para cuando empezamos a comer las bebidas, lo que quedaba, ya estaban calientes. Un caos. Mala organización y malos modales de la camarera de las comandas. Ya no volvimos a comer ni a cenar.

Hôtel très reposant, tout prêt de Cuenca, il faut tout de même prendre la voiture pour s'y rendre. La chambre n'était pas très grande mais suffisamment agréable. Le petit déjeuner est parfait. Le restaurant est convenable. Une très grande piscine vous permet de profiter d'une pause, par exemple en fin de journée après des visites ou des excursions. Nous n'avons pas testé les autres installations sportives. Nous avons vu beaucoup de familles avec enfants, tout était très calme et les clients respectueux du confort de tous. Il y par contre un manque de personnel, surtout au service pour prendre un verre ou pour manger. Par contre toujours du monde à la réception de l'hôtel pour répondre à toutes nos questions. Gros atout : Un grand parking gratuit et ombragé qui justifie le prix de l'hôtel.

Horrible personal Comida poco variada y carísima Un armario para cinco Miles de gritos y música a todas horas Cientos de avispas Mala limpieza Lo único bueno la ubicación Ni tiene minibar y la f Habitación es minúscula Falta total de mantenimiento

Points positifs: la taille de la chambre familiale avec une mezzanine, le lieu, la piscine. Points à revoir : les cafards qui sortent de l'evacuation de la douche, le petit dejeuner peu qualitatif, la chambre faite en fin d'après-midi. Pour conclure cela reste un bon séjour malgré tout.

Un lugar acogedor y tranquilo, donde también se admiten mascotas Buena comida, servicios y limpieza . Esta situado a unos siete kilómetros de Cuenca por una carretera y a unos cinco o seis por otra, puesto que está ubicado como en una vifurcacion.