Eviten qued**** aquí. Toda la atención es lenta (45 minutos de espera en la mesa para que pudieramos desayunar) y hay que estar rogando para que te ayuden en algo. El ambiente no es agradable, pero lo peor es el dueño/gerente Daniel. Se le "olvida" que reservaste y te ves en la horrible necesidad de buscar alojamiento regresando de un trek de varios días a las 10 pm (que por lo que leo le ha pasado a varias personas). Hay decenas de opciones en Cusco, no puedo imaginarme algo peor que un hostal que pierde las reservaciones que te aseguran "ya están registradas en su sistema" y que acabes buscando otra opción urgente cuando regresas de un trek de varios días. No me arriesgaría jamás a llevar un tour con ellos en donde la logística es mucho más compleja que reservar una habitación.
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