Escogimos este hotel por los comentarios y me ha resultado sorprendente que distan mucho de la realidad. La habitación estaba aparentemente limpia, ahí nada que decir, pero las cortinas estaban rotas y las toallas con manchas marrones. Pero lo peor ha sido lo siguiente. Soy alérgica a el picante, se en que país estoy y es mi día número 9 comiendo comida local y no he tenido ningún problema hasta ayer por la noche. Le dije al camarero mi problema como cada día y me juro y perjuro que no llevaba picante. Comí los dos platos del menú sin problema (sopa y ensalada de mango) y cuando me viene el plato principal y me lo meto a la boca, picaba más que el de mi pareja que si que había pedido con picante. Menos mal que estuve a tiempo de sacarlo de mi boca pero algo siempre se queda y he pasado una noche tremendamente mala. Tome un agua con gas y mi pareja una cerveza fuera de carta y aún después de suceder está cuestión y decírselo al camarero, me la han cobrado. Podía haber sido mucho peor la situación pero no he sentido en ningún momento ni un poquito de consciencia de el gran error y para colmo obsesion por comprarme. En el ultimo instante me pedían que esperara a el manager pero ya llevaba un rato esperando y tenía que salir con prisa del establecimiento. Un hotel a pie de playa con muchos más recursos que en el centro de el país no puede tener este trato. Solo decir que encima por una noche, sin cenar (pagada la cena ) y un desayuno escueto porque tanto en la cena como en el desayuno les faltaban cosas de la carta que se ofrecía, me han cobrado más de 80dolares...inaceptable
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