Conocemos el hotel desde su inauguración y es la primera vez que regresamos desde que lo han remodelado. La decoración actual de las habitaciones ha perdido el carácter elegante y distintivo que tenían, ahora parece un hotel funcional de costa. Los baños no han sido reformados, la parte de la ducha tiene un evidente problema de ventilación, las juntas de los azulejos están llenas de manchas de moho, necesitan más limpieza y mantenimiento. No está a la altura de un hotel de cinco estrellas. El restaurante decepcionante, la comida bastante mala y la camarera muy desagradable. El desayuno antes tenía más calidad y variedad. El café está frío y tiene un sabor terrible. El hotel sigue en un edificio maravilloso, muy bien situado. El personal de recepcion es super amable, lo único que sigue siendo de 10.
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