Si bien la comida para la cena y el desayuno es "kosher", porque se encuentra en un barrio mayoritariamente ortodoxo, hay para todos los gustos y no es problema. Es un 3* superior. La habitación correcta, buena ducha, la atención en el front desk apenas lo necesario, la sonrisa no es el punto fuerte de los empleados. Tiene conexión con un pequeño mall en el subsuelo. Su ubicación es estratégica ya que está muy cerca de la terminal de tren y buses de Jerusalem y cerca de varios locales para comer como pizzerias, bares, etc. Se conecta en 20 minutos por tranvía a la ciudad antigua.
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