Al llegar nos recibió, María José, quizás la recepcionista mas Pizpireta de todo Toledo, nos explicó de maravilla todas las cuestiones de nuestra habitación sin perder la sonrisa (nosotros venimos de Euskadi, donde la amabilidad hace años que brilla por su ausencia, no la conocemos de hecho). Aparte alquilamos una habitación ”normal” o eso pensaba yo, para tres días, y nos dieron la Suite ”Madrid” que decir, una maravilla, Enormeeee, sala, recepción, Jakuzzi y demás chucherías. Luego; y eso si que nos sorprendió, en la habitación había una botella de cava con hielo como bienvenida, debo decir, que hemos estado en México (5* superior) Habana (5* Grand Lujo) Rep. Dominicana (5* Super Exclusive) Venezuela... y ninguno, repito ninguno ha hecho esto, (hoteles de miles de euros las 7 noches), y en un Hotel de un pueblo de Toledo ”zasca” sorpresa!!, mi mujer y yo no dábamos crédito, nos pareció de lo mas curioso, de hecho en Baradero en el Iberostar Gran Lujo todo incluido ”me cobraron por una botella de vino de muy malos modos (no volveré jamás) (50€) porque decían que no entraba (estafa!, como no, era Cuba!!!), habiendo solo dado un sorbo jajaja, en fin que nos llamó la atención. Luego tienen un pequeño restaurante atendido por un camarero vestido de ***** con gafas, super super super, Profesional y la comida una pasada, solo decir que tardan un poquitín (pero se entiende porque la comida es otro nivel), quedamos tristes porque no pudimos probar mas platos de la carta, por cuestión de tiempo, El desayuno un Self Service normal de toda la vida de Dios, lo dicho señores una joya en bruto perdida en mitad de una especie de polígono industrial del pueblo de Yuncos al lado del majestuoso Toledo.
不錯
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