提瑞斯德莫亞酒店(Tierras de Moya)

Este hotel es un lugar acogedor y con el encanto rural, las habitaciones son espaciosas, hay habitaciones que aprovechando la buhardilla tienen dos alturas y son perfectas para familias porque caben 4 personas. La casa está bien cuidada, tiene ascensor para subir a las habitaciones, y una zona de jardín y piscina ideal para el esparcimiento y descanso. La comida es casera y está buena, especial mención a Sonia y a Susi por ser tan amables, cuidadosas, empáticas y comprensivas con mis alergias. Da gusto encontrar buena gente.

Hotel rural con personal muy amable. Habitación de 2 camas sencilla pero con buenos colchones. Un poco oscura. Cuarto de baño amplio con 2 pilas. Nuestra vista desde ventana bastante fea. Temperatura ideal. Relación calidad precio normal. Lo que nos ha parecido carísima es la cena. Si bien hemos de decir que todo es casero y hay bastante variedad. Las raciones son escasas para el precio que tienen y además en un pueblito. 1 solo huevo con un poco de pisto 9 euros. 4 albondigas exactamente patatas 12 euros. A 3 euros la albóndiga! Una ensaladilla rusa individual 9 euros. Cuajada 4 euros. Y copa vino de la Mancha 3'5! Un menu en Valencia en un bar vale lo que un plato allí!!! Creo que los precios son exageradamente inflados. Y el que estés allí,no justifica esos precios. El pueblo de Landete está al lado.

Experiência increíble que ha superado con creces toda y cualquier expectativa que pudiéramos tener. Nos fuimos de finde, eleginos este sitio de casualidad como base para visitar Cuenca Al principio nos tiraron para trás alguna que otra crítica negativa. Sin embargo tras nuestra estancia solo podemos quedarnos incrédulos con las mismas, totalmente inmerecidas. Casa rural estupenda, quartos limpos y bien decorados, biblioteca, comida casera deliciosa, piscina, futbolín grátis, jardim acogedor. Lo mejor? El trato de Susy, Sonia y Montse que te acogen como si fueras familia. Muchas gracias a las tres! Todo un acierto, volveremos seguro!

Todo genial. Empezando por la amabilidad de Arturo y toda su familia. Te hacen sentir como en casa. La comida casera genial y si no te gusta el menú pides lo que te apetezca. La limpieza de 10 y la habitación muy cómoda. Un sitio ideal para desconectar, y visitar las ruinas de Moya, por supuesto.

Hotel rural estupendo. Muy cerca del castillo de moya donde perderse una tarde. El hotel cuenta con todas las facilidades que puedas necesitar. La atención es maravillosa, te sientes como en casa. Arturo, Sonia, Pilar, Luis.... Y tantos otros hacen de este hotel un lugar especial. Sin duda volveré, ojalá sea pronto.