Empiezo por lo negativo, que para mí ha tenido más peso para no volver, hemos reservado una habitación "intermedia" y nos han puesto en la peor, con vistas al aparcamiento y el almacén del campo de golf, con ruidos desde las 7:00 am. Lo peor la plaga de mosquitos en el bungalow, tuvimos que estar toda la estancia con puertas y ventanas cerradas y la plaga de mini cucas en el baño por la noche. No cuidan a sus huéspedes, porque con un niño de 3 años nos han puesto lo más lejos del parque y de la piscina que había y en la habitación con más mosquitos (mi hijo tiene 3 picaduras que me preocupan). Más puntos negativos, no dan toallas de piscina, ni pagándolas, solo a los superiores, si eres alt@ tienes que fregar encorvado, y hay una ventana en la escalera del bungalow que hace que solo puedes dormir cuando es de noche, entra la luz desde q amanece hasta q anochece. Puntos positivos, instalaciones nuevas, una piscina climatizada y buen desayuno (especial mención al camarero que nos limpió la mesa con la mano y tuvimos que decirle que pasara un trapo, a lo que contestó que tenía que limpiar más mesas ...)
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