Situado en la zona moderna del casco antiguo, en una calle paralela a Vía della Libertà (calle llena de marcas de moda de lujo); zona muy tranquila y sin turistas. No es un hotel en sí, y es la primera vez que viajo a un establecimiento de este tipo; es un sitio pequeño, que ocupa toda la Segunda planta de un edificio (en la 1ª hay otro B&B Casa Mo, y arriba hay oficinas, así que no hay gente viviendo allí, creo; para mí es algo importante porque soy contraria a los pisos turísticos). Los desayunos son espectaculares, y las habitaciones y la zona común están decoradas con muy buen gusto. Habitaciones muy amplias; cama y almohada muy muy cómodas; el baño todo nuevo y precioso; las chicas de recepción y de los desayunos de lo más amables y simpáticas; han respondido a todas mis dudas por WhatsApp antes de mi llegada. Por decir algo malo, que al ser un sitio pequeño las habitaciones están muy pegadas unas de otras y a veces puede haber algo de ruido, pero en horas de descanso nada de nada. Muy recomendable. El colchón y almohadas muy cómodos; tiene cafetera nespresso
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