Muy buen lugar para relajarse, el hotel se mantuvo siempre calefaccionado por lo que apesar del frío exterior podías vestir en manga corta en el interior. Los trekking autoguiados espectaculares, muy bien señalizados aunque siempre es mejor ir con un guía ( Boris, Leandro, José ) que te van aportando con valiosos datos de la fauna y flora existente. Las personas que trabajan en el hotel, muy atentas y tratando que tu estadía sea grata. Me gustó mucho que durante las comidas incluyeran postres típicos chilenos, fruta local .. sin embargo extrañe comida típica Chilena ( sopaipilllas con pebre x ejemplo o caldillo de congrio) . Las piscinas fueron parte integral del relajo, una maravilla el horario. Definitivamente cumplimos nuestro objetivo y volveremos !!
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