Terrible experiencia, no hay relación entre precio, infraestructura de las habitaciones y servicio al cliente. La atención en el restaurante es mediocre, tienes que estar presionando para que los meseros te presten atención, hubo un día en que NO nos arreglaron ni limpiaron la habitación pero eso si cobraron el servicio, ni siquiera fueron capaces de descontar en servicio de aseo de ese día , el aseo del baño es pésimo, puedes ver hasta telarañas y hongos en las losas del baño, enchufes viejos, poco glamour y elegancia esto en relación al precio. También tuvimos la oportunidad de quedarnos en Mantis y que diferencia eso si es servicio y habitaciones decentes, y más económico. Comparto algunas fotos para que sepas con lo que te vas a encontrar realmente y ya depende de ti si quieres quedarte en un lugar así. Adicional, cuando visitamos Sainte-Marie estuvo lloviendo mucho, por ende estaba haciendo un poco de frío, en el hotel Mantis teníamos en la misma habitación un plumon limpio, blanco, suave, cálido en cambio cuando estuvimos en Princess Bora nos dieron una cobija vieja (como pueden ver en la foto) que olía a guardado, ni a una visita en mi casa soy capaz de pasarle una cobija tan fea, áspera, vieja y con mal olor. Nota. Lo único que se puede resaltar del lugar es el servicio de Spa de resto creanme que no vale la pena.
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