Es nuestra segunda vez en Casa Septem, el entorno, la forma de la construcción sin demasiadas habitaciones y la vista a los Andes, lo hacen especial para relajar y conectar con la paz del lugar. Las habitaciones son espaciosas, la comida en DUX es excelente y la atención es muy amable. La ubicación para nosotros fue muy buena, relativamente cerca de las mejores bodegas de Valle de Uco. Lo pasamos muy bien, volveremos!
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