La habitación está muy bien, cómoda y limpia. El único detalle es la falta de tomacorrientes (solo hay 1 detras de 1 cama). El balcón es agradable pero la mesa estaba con mucho polvo. El hotel dispone de un shuttle para ir al centro que es bastante conveniente. El problema es el ruido que generan actividades religiosas que se desarrollan en algún salón del hotel pero que se escuchan a alto volumen en habitaciones y área de piscina. No estoy en contra de actividades religiosas o fiestas, pero el volumen debe ir acorde con la contención de sonido que tenga el salón adonde se realiza, fue realmente desagrable el escándalo durante las 2 noches (viernes ysábado) de 7 a 9pm. El hotel se auto proclama como un lugar de paz y comodidad, pero con ese ruido no se tiene paz.
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