Es la segunda vez que nos alojamos en este hotel, con muy buena ubicación, frente al mar y cerca del centro del pueblo. Teníamos reservada una habitación estándar y por cancelaciones debidas al mal tiempo en semana Santa nos ofrecieron pagando un poco más, pero la mitad de lo que habría sido en circunstancias normales, ocupar una habitación frente al mar con jacuzzi en la terraza y tumbona. La cogimos y pudimos disfrutar de unas magníficas vistas ya que debido al mal tiempo no pudimos utilizar el jacuzzi. Las chicas de recepción muy competentes y amables. Igualmente me refiero al resto del personal, todos muy eficientes y amables. Incluso nos encontramos en la habitación una botella de champán por mí cumpleaños. Desde aquí quiero dar las gracias, pues me hizo mucha ilusión. El hotel es grande y por supuesto arquitectura diferente. Se duerme bien porque la cama es cómoda, al igual que la habitación 👌
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