綠林果園鄉村酒店(Hotel Rural Huerto Viejo)

El hotel es una antigua casa canaria muy bien reformada que cumple con todas las comodidades. Las características de la casa y la originalidad de su familia transmiten a los clientes una verdadera experiencia de la vida en la isla. El buffet de desayuno nos pareció increíble! Gran variedad de productos todos de primera calidad, naturales y comprados a empresas locales ofreciendo incluso tortillas, zumos de naranja natural y cafés hechos al momento y servidos en mesa. Las habitaciones amplias totalmente equipadas y con vistas preciosas. Los cielos estrellados por las noches son mágicos y el silencio y la calma nos permitieron dormir como niños. El hotel está gestionado por una familia local que hace todos sus esfuerzos para atender tus necesidades y que te sientas como en casa. Cristóbal y su mujer están siempre atentos y su condición de locales es una ventaja a la hora de recibir consejos e información sobre playas, puntos de interés para visitar e incluso cultura e historia de la isla. Parking y buena wifi gratuitos, televisión, agua caliente, camas cómodas, tranquilidad y buen descanso, trato atento y personalizado ... No podemos pedir más! Muchas gracias por una estancia increíble, esperamos volver a visitarles muy pronto!

Hotel con encanto, totalmente autóctono, gestionado por personas muy amables. Cristóbal es muy atento y disponible; destaca la limpieza de las instalaciones y la autenticidad de la misma. Del desayuno me esperaba más variedad, tal vez con bizcochos caseros, pero ambos días nos sirvieron huevos (deliciosos) y sumo de naranja natural.

Hôtel B&B situé à Teserejague au beau milieu de l’île de Fuerteventura. C’est une ancienne bâtisse qui comprend moins de 10 chambres assez confortables. L’endroit est très calme et les prix sont très corrects. Le patron est sympathique et se met en quatre pour rendre service. Par contre il ne parle qu’espagnol mais avec les mains il parle bien toutes les langues! Endroit idéal pour partir à la découverte du centre et du sud de l’île. L’hôtel propose le dîner en soirée et pour un prix modique, nous avons mangé de bons plats locaux et très (trop?) copieux. Wifi disponible mais uniquement dans le hall commun, les murs sont trop épais pour capter dans les chambres.